Autor: Equipo Técnico Desab

El cultivo de Soja puede ser afectado por distintas plagas. En nuestra región, las más comunes son las orugas defoliadoras (lepidópteros), el complejo de chinches, arañuelas y trips.

Todas ellas muy dependiente de las condiciones ambientales de cada campaña en particular. No obstante, en los últimos años son muy frecuente la presencia de orugas bolillera (Helicoverpa gelotopoeon) y trips (Caleothrips phaseoli).

Oruga Bolillera:

Es una plaga que se comporta de manera diferente según el estadio del cultivo. En estados tempranos (vegetativo), consume brotes por encima de los cotiledones provocando pérdida de la dominancia apical de la planta. Luego en estadios reproductivos se alimenta de granos y pedúnculos que sostienen las flores y vainas, causando pérdidas severas de rendimiento.

Los umbrales de acción para el control de la plaga van a depender del estado fenológico del cultivo y la cantidad de larvas presentes, siendo:

  • Daños en brotes:10% de plantas con larvas en brotes
  • Daños como defoliadora: 3 larvas/ m.
  • Daños en Inflorescencias-Vainas-Granos: 0,5 larva / m

Como en todas las plagas es clave el monitoreo, pero en bolillera se hace fundamental monitorear huevos para una intervención temprana.

Trips:

Provocan un raspado en la hoja que causan la deshidratación y en situaciones extremas provocan la desecación de la planta.

Se observan como pequeñas lesiones color gris en las hojas.

Los trips son insectos muy pequeños (entre 1 y 1,5 mm) de color oscuro en su etapa adulta y amarillentos en sus fases juveniles. Su monitoreo requiere de mucha atención ya que no son fáciles de observar a campo.

En los últimos años se ha observado con mucha frecuencia. Es una plaga llamada “silenciosa” capaz de reportar mermas de hasta 20% de rendimiento si no se realizan los controles oportunamente.

Complejos de Chinches:

Es la plaga más frecuente en el cultivo. En nuestra zona hay cuatro especias, Nezara viridula (chinche verde), Edessa meditaunda (alquiche), Piezodorus guildinii (chinche de la alfalfa) y Dichelops furcatus (chinche de los cuernos). Provocan un daño directo alimentándose de las vainas y granos en desarrollo. El período más sensible del cultivo es entre R3 (formación de vainas) y R5 (inicio de llenado).

Si bien se suele hablar de un complejo de chinches, cada especie presenta una agresividad muy diferente y es por ellos que su identificación es muy importante al momento de definir su control. Sus umbrales de acción son muy bajos dado el nivel de daño que pueden provocar.

Muchas veces en el campo, es necesario controlar unas o más plagas que aparecen en simultáneo. Para ello es necesario la elección adecuada del insecticida. En algunas situaciones el manejo de insectos benéficos y la utilización de insecticidas que no presenten control sobre los mismos es importante para el control natural de la población.

INTREPID:

Controla lepidópteros en todos sus estadios larvales, a diferencias de otros IGR que actúan sólo en los estadios iniciales de la plaga. Por su prolongada persistencia y su respeto a la fauna benéfica es ideal para realizar controles a bajo costo pensando en un manejo integrado de plagas.

QUINTAL XTRA:

De excelente persistencia y volteo. Es un insecticida de mayor volteo que Intrepid y la gran ventaja es su control en Trips. La combinación de sus dos activos le brinda contundencia de control en aquellas situaciones donde el volteo y la persistencia es fundamental para lograr una buena protección del cultivo.

EXPEDITION:

Su gran poder de volteo es la fortaleza más importante del producto que, sumado a la persistencia, protegen al cultivo de todo el complejo de chinche. Controla, además, lepidópteros. Su acción translaminar y sistémica lo diferencian de sus competidores.