La Alfalfa continúa siendo la especie forrajera más importante del país, a pesar de que el área de siembra del cultivo ha experimentado una disminución durante la última década. En el presente , la superficie total de alfalfa se estima en alrededor de 3 millones de ha, incluyendo cultivos puros (60 %) y asociados con gramíneas templadas (40 %). En ese contexto, Argentina es uno de los principales productores mundiales y –por lejos– el principal de América del Sur, donde Uruguay (140.000 ha), Perú (120.000 ha), Chile (120.000 ha), Bolivia (65.000 ha) y Brasil (35.000 ha) distan mucho de la tradición alfalfera argentina. 

La Alfalfa mantiene el título de “la reina de las  la forrajera “ y no se avizora que otra especie pueda reemplazarla, un cultivo noble que nos da más de 3 años de pastoreos de excelente calidad. Su gran volumen radicular nos aporta MO al suelo, además, una vez establecida puede utilizar nitrógeno (N) del aire a través de la simbiosis con bacterias del género Rhizobium , de esta manera disminuye la dependencia del N del suelo.

Por todo esto y más es imprescindible lograr un cultivo saludable y de alta productividad. Trataremos de resumir 5 claves para  la implantación  de Alfalfa a tener en cuenta.

  1. Antecesor adecuado
  2. Fecha de siembra
  3. Nutrición 
  4. Elección de la semilla
  5. Control de malezas

Antecesor adecuado

Los cultivos de invierno como trigo, avena o centeno son los más indicados como antecesores de alfalfa porque permiten realizar una correcta preparación del lote. Otros buenos antecesores son los cultivos estivales como mijo o moha destinados a pastoreo o heno y los maíces de silo.  La soja ha pasado a ser un antecesor de las alfalfas, aunque no es el más recomendable, ya que es común que se retrase la fecha de siembra y los resultados de la implantación sean variables. 

Fecha de siembra

Para cada región, la temperatura y la humedad del suelo, conjuntamente con la radiación, son los factores que definen la época de siembra más adecuada. La alfalfa germina en un rango muy amplio de temperatura, desde 3 a 38 °C, ubicándose el óptimo entre 19 y 25 °C. La fecha de siembra óptima es en el otoño temprano, fines de marzo, durante el mes de abril, hasta los primeros días de mayo, debido a que en esta época es común que la temperatura del suelo sea relativamente alta y con un adecuado nivel de humedad del mismo, que permite un rápido desarrollo de las plántulas, con suficiente desarrollo radicular para luego poder sobrellevar el primer verano frente a posibles condiciones de sequía y temperaturas elevadas. En la medida que se atrasa la fecha de siembra la implantación será más lenta, con mayor riesgo de pérdida de plántulas. 

Las siembras de primavera son una opción viable en caso de no poder sembrar en fecha óptima; dada que las altas temperaturas permiten un buen desarrollo, pero es importante considerar que dadas las condiciones de luz y temperatura la planta priorizará el desarrollo foliar antes que él radicular, exponiendola a mayor riesgo ante un estrés hídrico o térmico durante el verano, también las siembras primaverales suelen tener mayores densidades de malezas y complejizan su manejo inicial.

Nutrición 

La alfalfa es una especie con altos requerimientos de calcio, sensible a la acidez y al déficit de fósforo en el suelo. Por otra parte, al tener capacidad de fijar nitrógeno de la atmósfera es capaz de cubrir una parte importante de su requerimiento de este nutriente, que puede alcanzar más del 50% de su requerimiento. En diversos ensayos realizados en la región pampeana se ha demostrado que la fertilización con fósforo en alfalfa es la que presenta una mayor respuesta sobre la producción de forraje, por lo cual resulta una práctica de manejo fundamental para este tipo de pasturas. Es importante resaltar la conveniencia de realizar análisis de suelo que permitan conocer la disponibilidad del nutriente. El valor umbral de fósforo disponible en el suelo es de 25 ppm, es decir por debajo de este valor se esperan respuestas productivas positivas a la fertilización. En la medida que el fósforo disponible sea más bajo, mayor será la respuesta.

Aumentar el pH del suelo por la aplicación de enmienda cálcica en suelos que tienden a la acidez presenta diversos efectos positivos, entre los cuales se encuentran: la mejora en la estructura del suelo, el aumento de la disponibilidad de algunos nutrientes y también favorece la fijación biológica de nitrógeno. Por último, en diversos sitios de la región pampeana se han hallado efectos positivos a la fertilización azufrada, especialmente en suelos pobres en materia orgánica y de texturas arenosas.

Elección de la semilla

Tal como mencionamos anteriormente, hablamos de un cultivo que va a estar en nuestro lote por mas de 3 años y hace que sea fundamental contar con un material de alta calidad .

A tener en cuenta: 

  • Grado de Reposo invernal o ciclo de producción de la variedad 
  • Calidad de semilla (Pureza, PG, Energía), para esto comprar de semilleros reconocidos por su seriedad y responsabilidad.
  • Semilla peleteada: este proceso incorpora a las semillas un entorno apto en la etapa de germinación, brindando una efectiva protección física , además contra hongos e insectos de suelo y por la fijación de bacterias altamente efectivas, una excelente nodulación y fijación de nitrógeno.
  • Producción de forraje: este punto se puede evaluar a través de ensayos zonales o del Inta.
  • Resistencia a plagas y enfermedades.

Control de Malezas

Reducir al mínimo la competencia de malezas en la implantación del cultivo es clave para su éxito futuro. Una vez implantada la alfalfa es un fuerte competidor y tiene herramientas para no perder producción, pero si no cuidamos este aspecto en la implantación puede reducir el número de plantas y comprometernos el futuro del lote. Un punto importante a tener en cuenta es tratar de no sembrar en lotes con problemas graves de malezas perennes o de difícil control como gramón, pasto puna, cebollin, en caso de no tener otra opción serán fundamentales las labores de control previas a la siembra para asegurar que el lote esté liberado los primeros meses, en los demás lotes es importante contar con la aplicación de herbicidas preemergentes ( eje. Flumetsulam)  que nos permitan llegar a primavera con el lote sin competencia.

Contar con un profesional que haga una correcta lectura de los indicadores y nos asesore al respecto, sumado al conjunto de buenas decisiones y prácticas adecuadas, permite aumentar considerablemente las posibilidades de éxito en la implantación y posterior producción del lote de Alfalfa.

Fuente:

  • Publicaciones INTA
  • Equipo técnico WL
  • Equipo técnico Desab